El GYM
Este post podría llamarse algo así como “Metabolismo” porque pasando la treintena tu metabolismo cambia y a menos que te guste rodar en vez de caminar, pues es hora de tomar medidas extremas, como ir a un gimansio.
Empecé a ir al gimnasio que está más cercano a mi casa, y más cercano no me podría haber quedado, camino de mi casa al gimnasio y hago 3 minutos. Mejor, imposible.
Así que de 5 meses a la fecha me he vuelto la sporty spice… y me gusta bastante: al principio del año me habia notado unas ciertas redondeces debido a la a acumulación de grasas trans en ciertas zonas de mi cuerpo, que no se iban con el ejercicio que hacia desde la comodidad de mi casa y la intimidad de mi cuarto. Era tiempo de tomar medidas drásticas. Entré al gimnasio. Y prometí tomarlo bien en serio; alejado de los esteroides (legales o ilegales) y hormonas y todos esos pinches polvos que sabe dios que serán y sabe dios que reacciones secuandarias tengan en mi cuerpo, capaz que después de 10 años me sale un ojo en la frente, me vuelvo impotente, me da cancer de verga… o de culo…
Mi voluntad (o terquedad, llámale como quieras…) me ha llevado a ir todos los días a torturame a mi mismo y de paso conocer a mucha gente que va a ejercitar su cuerpo, y tomar anabólicos y demas hormonas y polvos pa´hincharte como pavoreal.
La mayoría de los que concurren asiduamente al gimnasio (al menos al que voy yo) son bandita muy teen, de entre 17 añitos a 25 tal vez. Luego hay otro sector como de ñores de 40 o 50 años, que hacen un montón de ejercicio y levantan un madral de peso, pero que para nada se ve reflejado en sus cuerpos, siguen siendo panzones de pata flaca y con pechitos caidos como de abuela. Hay unos que van en la mañana y en la tarde y que me hacen pensar ¿pos cómo se querrán poner? Y nomás no lo logran.
Me gusta ir en las mañanas, después de la hora pico, a eso de las 10 a.m porque es la hora en que menos gente hay luchando contra su metabolismo (como en mi caso) o por so many reasons… que de seguro la vanidad será una de las mas poderosas. No me gusta ir cuando hay muchas pesonas, en su mayoría hombres, porque digo yo que hay demasiada testosterona en el ambiente y no es que no me guste la testosterona, pero me gusta más en otras locaciones. Entre hombres supuestamente “heteros” siempre hay un feeling de competencia que no me agrada en lo absoluto; a ver quien levanta más peso y hace más ruidos… ruidos guturales que en muchos casos me hacen pensar en qué si esos mismos hombres estuvieran cogiendo... ¿harían la misma cantidad de ruidos con la misma intensidad? Mmmh… interesante, digo, para los hombres coger es un deporte también y como todo deporte, hay que practicarlo, pero algunos hombres prefieren sacrificar ese deleite que es coger, por meterse tanto anabólico que les atrofia los huevos y les seca el pito. Es como en las mujeres, que prefieren tener menos sensibilidad en los pezones (y por ende, en los senos) por andar con protesis de silicón en las tetas. Mucha cera y poca mecha.
Siempre he pensado que el ambiente del gimnasio es muy gay a pesar de que trata de verse muy machito. Pero es que a los hombres no los puedes dejar solos mucho tiempo, que luego empiezan ha hacer “cosas”. Yo hago ejercicio, y me gusta.
Tambien hago "cosas"... y tambien me gusta.
1 Comments:
k mE HA ncANTAO tU bLOg..sO kUkIS hEhE. sALu2 dESdE gUAdALJARA
Post a Comment
<< Home