N.Y.

Por azares del destino, del mío, terminé en La Ciudad de los Rascacielos, en la Gran Manzana, en el Capital del Mundo o como se le quiera llamar.
Nunca imaginé que llegaría a visitar Nueva York y ni de coña me pasó por la cabeza que me quedaría un mes… así que tuve NY para rato… y sí, está chido y todo, pero yo me esperaba más, raramente me hago expectativas de las cosas, pero está vez era diferente, Nueva York está en boca de todos y en ocho de cada diez familia poblanas.
Es verdad, en NY hay gente de todas partes del mundo mundial; el metro es fantástico, de una estación a otra oyes como ocho idiomas y te has topado con personajes de todas las latitudes y de todos los colores, claro es N.Y. La Mega Urbe, la globalización en su mejor ejemplo, que miedo!
Nueva York, donde ocurren el 95% de las catastrofes naturales apocalípticas, el 85% de las invasiones extraterrestres, el 93.56% de los riesgos mortales por infecciones con material biogeneticamente peligroso para el humano, el 35% de inavasiones por animales fuera de control y de grandes dimensiones… donde todo pasa, según Hollywú.
La historia contemporánea tiene su hito que ninguna ficción de ninguna parte ha logrado superar: Las Torres Gemelas. Sea por lo que sea, quien haya sido y cómo haya sido, es inegable que hay un antes y un después de Las Torres Gemelas y que después de eso, todo ha sido diferente, inclusive para Nueva York.
No lo conocí antes, pero por lo que pude averiguar, haber conocido N.Y. en las decadas anteriores, en los 80´s en los 90´s (no pongo otras decadas, por no querer parecer demasiado antigüo) ha de haber sido toda una pasada, muy fuerte… esa ciudad, con toda esa gente, con toda esa infraestructura, y con mucha más libertad, sin tanto control… podría ser como para volverse loco de gusto.
Pero bueno, sigue siendo Nueva York. La Gran Manzana o como se le quiera llamar.