tresmezcales

Saturday, December 22, 2007

Para cada cosa hay una vez que es la última...


Didier sabía que para él tal vez no habría un mañana, que hoy podría ser la última vez. Tal vez por eso disfrutaba beber la vida con la sed de un beduino. A Didier le gustaba reírse, aún en las peores situaciones tenía un comentario que siempre te hacía reír. Nunca vi una sonrisa más contagiosa ni una persona que disfrutara tanto del AQUI y del AHORA. Porque el sabía que lo que realmente importa es el HOY, porque el MAÑANA es algo que nadie lo tiene asegurado, porque en esta vida lo único seguro es la muerte y nos acompaña tan de cerca que ni la vemos, ni la sentimos. Tampoco tiene olor y mucho menos tiene sabor. Solo esta ahí, acompañándonos desde el día en que nacemos hasta el día que decide hacerse presente y tomarnos de la mano y llevarnos con ella. Como una fiel amiga de toda la vida. Didier vivió rápido y murió pronto. Fue como una estrella fugaz, algo que pasa pocas veces en la vida y que dura unos instantes, pero que jamás olvidas. Yo no sé en que crean ustedes, si hay una vida mas allá de ésta, si hay un cielo, si hay un infierno, si hay una respuesta para todo lo que siempre nos hemos preguntado, si hay una razón de ser, una razón para estar aquí, si hay una explicación para la vida, si hay una explicación para la muerte, si hay una justicia suprema, si es justo dejar de vivir a los 24… lo único que se me ocurre pensar es que la vida es cabrona y que no puedo lidiar con la idea de tener que despedirme para siempre de la gente que más quiero, que si me lo han dicho antes, hubiera preferido quedarme en el Limbo jugando con las ninfas putas y los faunos jariosos. Pero bueno, la vida es una lucha constante, de la que sólo se puede salir victorioso, pero con los pies por delante. Didier era religioso, sin ser molesto ni mucho menos mocho, Didier era fan del humor negro, sin ser grosero. Didier pidió un favor al Santo Niño de Atocha (le tenía una gran devoción decía que había sacado a Shaun del hospital cuando parecía que la palmaba) compró 100 estampitas de su imagen y se puso a repartirlas en el metro –…en DF no te le puedes acercar a nadie, todos tienen miedo de que alguien se les acerque…- en la Glorieta Insurgentes -… la gente me decía “no traigo dinero…” y cuando les decía que no era por dinero, que era un regalo, se quedaban tan descolocados…- claro, quien te da nomás porque sí una estampita religiosa sin pedirte nada a cambio, menos en el DF. A mi éste performance me pareció de lo más chido, yo por mi vergüenza no me lo hubiera siquiera planteado. Cuando le quedaban pocas estampas por repartir, fue a visitarme a mi trabajo para regalarme un par y de paso descansar un poco de su ardua tarea. Estábamos Álvaro, Gerardo, Manolo y yo. Didier nos regaló a cada quien una estampita, todos la aceptamos sin decir nada, gracias tal vez… cuando Didier le dio una estampita a Manolo, éste reaccionó como si le estuviera dando una brasa de carbón ardiendo, diciendo que él no creía en Dios, que no creía en “esas cosas” (ya sabes, gente pedorra quesque del mundo del arte, que como todos somos muy cool, muy avant garde, muy “acá”, pues no creemos en nada, mucho menos en Dios; no hay pedo güey, él tampoco cree en nosotros…) que la chingada… (Es sólo una estampita, por Dios!). No la aceptó. Pero si nos dio un choro, que nadie le pidió y que en mi muy humilde opinión fue un poco too much. Nada te cuesta aceptarla, nada te cuesta olvidarla, nada te cuesta tirarla, nada te cuesta romperla. Un simple “No, Gracias” es muy cool también. Didier no dijo nada, sólo levanto una ceja y esbozo una sonrisita. Minutos después Manolo se iba, se despidió de todos. Antes de que cruzara la puerta, Didier le dijo: Manolo… que Dios te bendiga.
Aun lo recuerdo y aun me sigo riendo.
Didier, que Dios te bendiga. Hasta siempre.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

woww que chido lolis...

sí, que dios bendig a didier

04 January, 2008  
Anonymous Anonymous said...

lindo muy lindo frank

26 February, 2008  

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