tresmezcales

Monday, September 24, 2007

... y sentir, que es un soplo la vida...


... que veinte años no es nada...

Pues poco mas que eso era lo que Ralph tenía de vivir con el amor de su vida: Sergio.
Murió al día siguiente de cumplir 52 años.
Fué algo tan rápido... y tan increíble... entró al hospital por una boberia y la cosa se fue complicando y complicando... no volvió a levantar cabeza. Así como el Lázaro, se fue quedando, se fue quedando...
Y nadie se lo imaginaba... y nadie se lo esperaba...
Por que el amor, como la muerte, son siempre inesperados.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

las letras de la cancion de elton john 'last song': mi elogio a arq. sergio mireles briones...le voy a extrañar mucho...


Yesterday you came to lift me up
As light as straw and brittle as a bird
Today I weigh less than a shadow on the wall
Just one more whisper of a voice unheard

Tomorrow leave the windows open
As fear grows please hold me in your arms
Won't you help me if you can to shake this anger
I need your gentle hands to keep me calm

`Cause I never thought I'd lose
I only thought I'd win
I never dreamed I'd feel
This fire beneath my skin
I can't believe you love me
I never thought you'd come
I guess I misjudged love
Between a father and his son

Things we never said come together
The hidden truth no longer haunting me
Tonight we touched on the things that were never spoken
That kind of understanding sets me free

p.d. sergio cumplio (apenas) 53 años cuando murio un dia despues

25 September, 2007  
Anonymous Anonymous said...

Pues si, se nos fue el arquitecto, cuando apenas planeaba la construcción de un palacio sin precedentes para la Screaming Empress of in the Middle of Nowhere...
Esto sucedió como cuando una de esas olas que te revuelcan en la playa, de la que crees que no vas a salir para contarla, pero finalmente sales, chorreando arena por todas partes, con el cuello adolorido.
Nunca olvidaré cuando, sin reconocerme, me intentó ligar en la Av. Álvaro Obregón, en la Colonia Roña... Para variar, iba en mi bici de montaña - urbana, con mis típicos shorts ciclistas, y de repente siento la mirada de rayo láser que traspasaba la delgada licra de mis shorts... ¡Qué gran sorpresa cuando nos reconocimos mutuamente! Por supuesto, por respeto a HRM The Screaming Empress (o sea, la comadre Ralpha) no hicimos nada, vamos ni siquiera fuimos a tomar un café. En fin, así es esto de los ligues callejeros: cuando menos te lo esperas te encuentras a la comadre... (¿algo así sucederá entre los bugas?)
Descanse en paz. Desde aquí mis fervientes deseos de que la comadre Ralph se pueda reponer de tan tremendo golpe.

Biciman.

PS: No olviden incluir muchas verduras en su dieta y rodar al menos 100 kms en bici a la semana.

29 September, 2007  

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